A pesar del esfuerzo (o propaganda, según se mire) para digitalizar las administraciones públicas, siguen quedando muchos trámites inútiles o poco optimizados que se podrían hacer perfectamente a través de internet o del teléfono. Ayer me enfrenté con dos de estos trámites:
- Me pusieron una multa de tráfico (la fin recaudatorio de esta multa es un tema aparte). El agente que me puso la multa me indicó que podía solicitar la fotografía del radar móvil que me había detectado. Mi novia llamó para pedir información y resulta que hay que ir físicamente a las oficinas de tráfico, así que me presente allí y después de hacer cola (menos mal que era menos de lo que me esperaba), sólo hay que firmar un papel y me enviarán la foto por correo a casa. Así que el trámite se reduce a firmar físicamente un papel.
- Hace unos meses me hice unas pruebras de alergia. El resultado de las mismas me los han enviado por correo con una frase algo así cómo: «Al recibir este informe deberá presentarse en secretaría para solicitar cita para dentro de 6 meses». Otro trámite optimizado para el malestar del ciudadano, he tenido que presentarme físicamente en la secretaría para pedir cita, no se puede solicitar ni por internet ni por teléfono.
Seguro que os habéis encontrado con algún trámite absurdo tanto en las administraciones públicas cómo en alguna empresa privada. En algunos casos perversamente absurdo cómo la baja de un servicio o interesadamente sencillo, cómo el pago de multas a través de internet. Hay un error en la concepción de estos procesos, los servicios ofrecerse de forma simétrica: si puedo pagar multas por internet o darme de alta por teléfono, entonces también debería ser igual de sencillo solicitar la foto de la multa a través de internet o darme de baja utilizando el teléfono.