Hace unos días en el blog salmón leí un post sobre productividad en el que comentaban que un camarero puede poner cómo máximo unas 30 cañas, por muy rápido que sea el grifo de cerveza. El camarero se convierte en el factor limitador de la productividad, así que me dió por pensar si se podría aumentar esa productividad por medio de la robótica.
Poniendonos en el caso de un bar que sólo sirven bebidas en barra y/o mesas, una primera idea podría ser hacer un robot móvil que sirviese las bebidas a las mesas. Habría que ponerse en el peor de los casos: un bar repleto de gente, que para un robot no son más que obstáculos móviles. Por ahora parece un problema demasiado complicado para un robot. Otra opción podría ser un robot barman antropomórfico que sirviese en una barra, pero creo que tampoco sería lo suficientemente rápido y/o diestro con los vasos.
Así que habrá que conformarse con algo tipo máquina de vending, parecido a let’s pizza, pero con menos aspecto de máquina de vending, integrado en la propia barra de bar. ¿La gente podría aceptar un servicio así? Creo que en parte depende del dinero: por el mismo precio, prefiero que me sirva un camarero humano. Pero si la cerveza vale bastante menos en un bar con una máquina sirviendo los pedidos, no me importaría hacer cola delante de la máquina. Es la filosofía de los restaurantes de comida rápida: no te sirven en la mesa, tienes que hacer cola para recoger tu pedido, pero el precio y la velocidad compensa las carencias del servicio. Un bar o restaurante con máquinas de vending podría ser la siguiente evolución de los restaurantes de comida rápida. Pero sería importantísimo que las máquinas no tuviesen aspecto de máquinas de vending.
Vale, no es una idea ni demasiado original ni demasiado factible, pero en estos casos prefiero cambiar el enfoque del problema, de pasar a ver el limite humano de 30 cañas, a cambiar la perspectiva para intentar superar el límite redefiniendo el problema: restaurantes de comida rápida o bares basados en máquinas inteligentes de vending.