Otro argumento en contra de la computación en red, es el argumento de que los terminales tontos ya se inventaron y fracasaron. Pero esto no es cierto, los terminalos tontos fueron un éxito en su momento. Simplemente fueron reemplazados por otras tecnologías propiciadas por un cambio en el entorno:
- Un terminal tonto, al menos al inicio, no era ni siquiera un ordenador, llevaba la electrónica justa para acceder a un ordenador central y mostrar una consola que ejecutaba en el ordenador central.
- El motivo de los terminales tontos era compartir recursos, un ordenador era muy caro y la ventaja de las terminales tontas era permitir el acceso de varias personas a un carísimo ordenador central.
- La arquitectura de PC’s surgió por un efecto imprevisto: el abaratamiento de los PC’s. En cada escritorio se podía tener un ordenador muy potente a un precio razonable, ya no había necesidad de compartir el ordenador central. Al menos para aplicaciones como procesadores de textos, hojas de cálculo, etc.
- La web surgió como nuevo modelo de comunicación, compartir información entre pc’s usando un protocolo sencillo. Su uso se popularizó cuando el acceso a internet se abarató.
- La nueva arquitectura en la nube no persigue abaratar costes como los terminales tontos, ni centralizar la información en un sólo lugar. La idea principal es permitir el acceso desde múltiples localizaciones y desde múltiples terminales. Aunque también se basa en el abaratamiento tanto de los PC’s, como de los servidores, como en el abaratamiento de las comunicaciones.
Una aplicación que refleja los cambios de modelo de arquitectura es el correo electrónico. Inicialmente había que usar pine en terminales tontos, de ahí se pasó a usar outlook en un modelo cliente servidor y actualmente usamos gmail al que se puede acceder desde la nube (terminales móviles, pc’s y/o cualquier cosa que interprete html + javascript).
Por eso no creo que se pueda comparar la arquitectura de terminales tontos con la arquitectura de nube. Cada tipo de arquitectura surge como respuesta a unas condiciones económicas y de mercado distintas. Actualmente es barato tener ordenadores en todas partes, con comunicaciones baratas de banda ancha. Casi es lógico que aparezcan arquitecturas en nube.