El test de un robot para uso militar diseñado en el laboratorio de Los Álamos para despejar vías en campos minados terminó de manera inesperada. La tarea del robot consistía en pisar cuantas más minas mejor a expensas de ir perdiendo patas. Después de cada explosión, el robot se levantaba y seguía caminando con las patas que le quedaban, cada vez de forma más penosa.
El mando militar al cargo dio la orden: «Detengan la prueba. Es inhumano».
Via el pais
No es la primera historia relacionada con la humanización de robots, quizá esta sea más estética para contar en un periódico. La humanización de los objetos es un fenómeno conocido, no tengo a mano enlaces, pero además de robots, las humanos tendemos a humanizar cosas como los ordenadores o lo coches.
Un par de datos curiosos: Mark Tilden estaba a cargo de las pruebas y la fuente de el pais fue slashdot.