Este se trata de un artículo fuera de la temática habitual de este blog, pero es un tema sobre el que he pensado varias veces desde el inicio de mi vida laboral, no sólo ahora con la crisis y me ha parecido apropiado retomarlo.
No soy un experto en temas laborales, así que probablemente cometa fallos y errores en esta propuesta, pero me parece que el debate sobre el mercado laboral se plantea de forma incorrecta, al menos en España. El planteamiento actual es que al despedir a un trabajador contratado de forma indefinida se le indemniza por los años que lleva trabajados.
Que no se me malinterprete, la idea la desarrollo más adelante, pero creo que no debería indemnizarse a un trabajador por despedirlo. No debería tratarse de una indemnización, sino que debería sustituirse por una ayuda social para el trabajador desempleado. Es decir el paro, pero esta ayuda en primer lugar no debería limitarse a un número de años arbitario (actualmente el máximo es 2 años), debería depender del número de años trabajados en una empresa (como la indemnización actual) y sin un máximo. Y el coste no debería recaer completamente en el estado sino que deberia pagarlo la empresa que ha causado la situación de desempleo.
Es decir si un empleado lleva 10 años trabajando en una empresa y es despedido, la empresa no debería indemnizarle, sino continuar pagandole parte de su sueldo hasta que encuentre otro trabajo. Al menos durante un tiempo proporcional al que lleva trabajando en la empresa y a partir de cierto momento, que el estado se haga cargo progresivamente del salario del desempleado. Además ésta prestación no debería perderse al cambiar de trabajo como sucede en la actualidad y así se fomentaría la movilidad laboral.
Ésta propuesta se podría articular cómo un seguro obligatorio de desempleo (y/o jubilación) para los trabajadores, que se disfrutaría al estar en paro y que no se pierda aunque el trabajador se marche a otra empresa. Para la empresa, tendría la desventaja de aumentar el coste del trabajador, pero compensaría con la eliminación de la indemnización por despido improcedente y tendría otras ventajas como la movilidad laboral. Para el trabajador tendría la ventaja de que aunque cambie de trabajo no perdería su antiguedad y mantendría su indemnización en forma de seguro dependiente de los años trabajados en una o varias empresas. Por otro lado al eliminar la oportunidad de lucrarse con un despido improcedente, se evitará el incentivo de quedarse para siempre en la misma empresa sólo por la antiguedad.
Se estimularía la movilidad laboral y posiblemente la productividad, ya que actualmente se fomenta que un trabajador permanezca más años en la misma empresa y que las empresas mantengan a los empleados más antiguos antes que a empleados más eficientes.
Ésta propuesta no es perfecta me imagino que hay muchas formas de engañar al estado, a la empresa o al trabajador (no me apetece pensar mucho). Prefiero quedarme con el objetivo principal: replantear el debate sobre el mercado laboral no sólo en una cuestión de días trabajados, sino en una cuestión de productividad y compensación justa a un empleado que ha trabajado en una empresa. No podemos limitar el debate a una cuestión de X días como nos quieren limitar los políticos, debe abrirse el debate para llegar a soluciones y planteamientos nuevos.