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Pensamientos y reflexiones sobre tecnología


Uno de los argumentos en contra de la arquitectura en nube es la privacidad, al dejar en manos de una empresa externa nuestros datos personales.

Depositar tus datos en una empresa externa supone un salto de confianza importante, pero vez dado no tiene marcha atrás. Sin embargo, ese salto no es más que una barrera psicológica que ya hemos dado en otros ámbitos.

Por ejemplo, cada al pagar con tarjetas de crédito, cedemos parte de nuestros datos a estas empresas. Tienen acceso a los productos que pagamos, nuestras tiendas favoritas, nuestras horas favoritas de compra, etc. Y sin embargo, la facilidad en el pago supera el riesgo de ceder nuestros datos personales. Al depositar nuestra confianza en visa, mastercard, etc. esperamos que nuestros datos personales no se pierdan ni se usen para otra cosa que no sea el pago de productos.

Cada vez que pagamos en un centro comercial y usamos una tarjeta de fidelización para obtener descuentos. Con esa información nos identifican y clasifican para saber qué compramos y cuando compramos. Sin embargo los descuentos que nos ofrecen, compensan la pérdida de privacidad.

No hay que confiar ciegamente nuestros datos a las empresas, pero creo que terminaremos depositando nuestra confianza en estas empresas y cederemos nuestros datos confiando en que las empresas sean responsables.

Sólo cederemos nuestra privacidad si un servicio merece la pena, compensa la pérdida de privacidad y la empresa es responsable en el tratamiento de nuestros datos, es decir si se ganan nuestra confianza.


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