Además de empezar a dirigir a los trabajadores de un restaurante, ahora en alemania, según spiegel on-lin, un empresario ha abierto un restaurante donde ser reemplaza a los camareros por un sistema automático de entrega de comida. ¿Pensabais que se trataría de un robot? Pues todavía no, en este restaurante se reparte de comida por medio de rampas aprovechando la fuerza de la gravedad.
Quizá lo más novedoso es que el sistema está completamente automatizado por ordenadores: los pedidos se hacen a través de pantallas táctiles en las mesas que llegan a la cocina, dónde los cocineros (humanos) envían la comida a través de rampas a las mesas.
Las reacciones en contra no se han hecho esperar: «Preferiríamos un amable camarero antes que este frío sistema de metal con el que no puedes hablar» dice uno, «El sistema me recuerda a los sistemas de alimentación automáticos de las granjas de cerdos». Con estas malas críticas, me imagino que el restaurante tendrá éxito si la reducción de costes repercute en los precios de la comida y no sólo en los beneficios del empresario.
De todas formas, el cambio a la automatización total es imparable, se terminará reemplazando al hombre por la máquina dónde sea económicamente rentable, pero este cambio habrá que hacerlo de forma que la sociedad pueda masticarlo y digerirlo para asimilarlo correctamente.
Via engadget.